Producir la propia electricidad

El cambio climático y el encarecimiento de los combustibles fósiles obligan a replantear el modelo de sistema eléctrico, que pasará necesariamente por las energías renovables.

El sistema eléctrico español responde a un modelo centralizado en el que la electricidad se produce en grandes centrales y se transporta a largas distancias mediante redes de alta tensión, controlado por unas pocas compañías a las que los consumidores no tienen más remedio que recurrir. Estos inconvenientes se resolverían con un sistema de generación distribuida, donde pequeñas centrales próximas a los usuarios proporcionaran la energía de manera mucho más eficiente.

El máximo exponente del sistema de generación distribuida es la producción para autoconsumo que, aprovechando tecnologías muy sencillas como la fotovoltaica o la minieólica, permite cubrir las necesidades domésticas. Para no tener que almacenar la electricidad se utiliza como soporte la red eléctrica, con un contador bidireccional que cuenta tanto la energía que se exporta a la red como la que se importa. Una sencilla resta permite saber si el saldo es positivo o negativo para el autoconsumidor y, por tanto, si debe cobrar o pagar a la eléctrica por la energía intercambiada.

Técnicamente no plantea ningún problema y se emplea desde hace años en la mayoría de países desarrollados, pero en España no se ha implantado. Aunque se aprobó un Real Decreto que facilita la conexión de pequeñas instalaciones a la red electrica, queda por desarrollar el de Balance Neto, que establece las condiciones para realizar este intercambio de energía entre red y usuario. El proyecto que está tramitando la CNE propone realizar balances anuales de manera que, si el autoproductor ha generado menos energía de la que consume al año, abona la diferencia a la eléctrica, mientras que si ha generado más, no es remunerado, regalando la energía producida a la red. Además de ser injusto, si no se mejora la actual redacción, dificultará el desarrollo del autoconsumo en edificios de baja utilización, desaprovechándose un potencial que beneficiaría a toda la sociedad. Mientras llega el autoconsumo podemos optar por un modelo de suministro eléctrico en régimen cooperativo como el de Som Energía (http://www.somenergia.coop/es/aragon).

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