En este caso el ejercicio físico moderado se definió como una caminata rápida, caminatas largas, rutinas aeróbicas, ejercicios de fuerza, el golf pero sin el carrito, natación, tenis en pareja, yoga, artes marciales, el ejercicio con máquinas y el levantamiento de pesas.
Las actividades que se consideraron mentalmente estimulantes incluyeron la lectura, las artesanías y manualidades, el uso de ordenadores, juegos de cartas, los instrumentos musicales, actividades artísticas y sociales, y ver menos televisión.
Entre todas esas actividades el estudio analizó en particular el uso del ordenador debido a su creciente popularidad, señaló el autor del estudio Yonas Geda, científico médico de la Clinica Mayo en Scottsdale, Arizona.
La población de Estados Unidos tuvo un fuerte crecimiento después de la Segunda Guerra Mundial y hasta 1964, y esa generación entra ahora en la vejez, «con lo cual se proyectan incrementos enormes en la prevalencia de la demencia senil», dijo Geda.
El estudio examinó el ejercicio, el uso del ordenador y la relación con riesgos neurológicos tales como el deterioro cognitivo moderado, explicó Geda.
El deterioro cognitivo moderado es la etapa intermedia entre la pérdida normal de memoria que ocurre con el envejecimiento y el comienzo del mal de Alzheimer.
Entre los participantes en el estudio que no hacían ejercicio físico ni usaban el ordenador, el 20,1 por ciento tenía un nivel cognitivo normal y el 37,6 por ciento mostraba señales de deterioro cognitivo moderado.
Entre los participantes que hacían ejercicio físico y usaban el ordenador, el 36 por ciento tenía un nivel cognitivo normal, y el 18,3 por ciento mostraba señales del deterioro cognitivo moderado.
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